martes, 5 de mayo de 2009

¿Cómo será la educación del siglo XXI? ¿Es posible adelantar acontecimientos? ¿Estamos preparados para los cambios?

Recientemente incorporé algunos programas nuevos a mi computadora y encontré algunas dificultades para su aplicación, en tanto que mis 2 hijos un niño de 10 años y una niña de 9 me observaban detrás de mi hombro; es en ese entonces cuando el mayor de ellos me advirtió: “yo se como resolverlo”, más que con el afán de creerle, sino más bien de continuar mi trabajo sin la presión de ser observado por niños, permití su ayuda, -lo cual me hizo recordar mi propia infancia- era común no quitar ojo al trabajo del mecánico o del zapatero, hasta de los oficios mas simples, por otro lado, mi sorpresa fue que efectivamente mi hijo tenía la capacidad de resolver el problema que se me presento, pero la pregunta es ¿Cómo es posible contar con ese tipo de habilidades? ¿Existe algún tipo de habilidad innata en el aprendizaje?, ¿Será acaso que la generación de la Internet cuenta ya desde su nacimiento con el software y el hardware integrado para interactuar con el lenguaje informático?, realizando una pequeña investigación me encontré con lo siguiente:
El lenguaje resulta ser algo no excepcional entre las capacidades humanas, sencillamente es uno de los enigmas del aprendizaje humano, lo cierto es que la facilidad con que los seres humanos más jóvenes aprenden a llevar determinado comportamiento que los estudiosos aún no han llegado a comprender.
Somos conscientes por experiencias personales de lo rápido que cambia la tecnología. Hasta hace poco más o menos medio siglo, las computadoras eran tan voluminosas que invadían las habitaciones en las que se les albergaba. Actualmente se cuenta con desarrollos tecnológicos que permiten poseer en la palma de la mano dispositivos de mayor capacidad de proceso y de almacenamiento de datos, sin lugar a dudas esto representa el poder creciente y la versatilidad de los ordenadores que hace ver como legendaria las revoluciones recientes en las ciencias informáticas, este impacto inclusive nos hace dudar, al momento de adquirir un equipo y de la vida útil que tiene en ese momento, lo obsoleto esta en un abrir y cerrar de ojos. Con esta misma medida se han producido la misma clase de cambios, sobre todo muy rápidos en las filas de los investigadores, particularmente en los procesos de información de la mente humana. Esto se puede traducir de alguna manera en modelos emergentes de educación versátil y en flexibilidades distintas a las convencionales, modelos distintos de aprender, la educación a distancia, los libros virtuales, los foros y grupos de discusión en la Web-site, los tutoriales y cursos de capacitación e-learnig, etc.

El lenguaje como un sistema simbólico refiere controversias relativas a la adquisición asociada del propio lenguaje, la variedad de medios y dominios, la sintaxis y la capacidad de aprender y aspectos del entorno y la experiencia personal, como ejemplo un análisis del lenguaje adulto muestra que existe un procedimiento sorprendentemente ordenado en tres niveles para la construcción de palabras más complejas a partir de palabras más sencillas. Nivel 1 “las reglas permiten cambios en la pronunciación y resultados semánticos insólitos. Por ejemplo permite convertir red en reddish, Spain en Spanish, book en bookish. Nótese que el grupo vocálico suena diferente en Spain y Spanish y que bookish no significa –como un libro- sino –como un lector empedernido-. El nivel 2 no permite cambios y su efecto semántico son predeciblemente conscientes, inclusive es permisible añadir sufijos, por ejemplo: -ness-, en tanto que otras reglas rigen su composición, por definición las reglas de segundo nivel se aplican después de las reglas de primer nivel; así pues se puede tener bookishness y no booknessish. El tercer nivel se aplica toda vez que se han empleado las reglas de primer y segundo nivel, incluyen las reglas de la formación de plurales como en la forma rednesses.
Examinemos la aplicación de esta teoría de la estructuración de palabras en el interior de un pequeño conjunto de significado. La conversión de mouse en mice, refleja el nivel 1, porque la pronunciación ha cambiado; la conversión de rat en rats, la formación del plural regular, refleja el nivel 3; las palabras rat-eater y mouse-eater, formadas a través de composición son ejemplos del nivel 2. Puesto que los niveles tienen que aplicarse en orden, rat-eater, mouse-eater, y mice-eater son todas ellas palabras posibles, pero rats-eaters, aunque parece que se ha construido del mismo modo que los otros términos, no es en realidad permisible porque su información violaría el orden habitual al recurrir al nivel 3, el de pluralización, antes que al nivel 2.

Un área de estudio que merece especial atención es la ontología, (parte de la metafísica que trata del ser en general y de sus propiedades trascendentales) los tipos de entidades que reconoce y las clases de distinciones que llega a trazar entre ellas. Inicialmente las distinciones son bastante toscas, por ejemplo, entre objetos que son tangibles (pelotas, lápices) y entidades que no lo son (tiempo, clima, amor). Después, las distinciones llegan a trazarse dentro de categorías; algunos objetos se mueven y otros, no, algunos se mueven por su propio impulso y otros tienen que se impulsados por alguna clase de agente externo. La apreciación es que se puede hablar o pensar de cualquier clase de objeto o entidad, ya sea tangible o no; que uno (o por lo menos alguien) puede levantar cualquier objeto tangible; que los objetos se mueven por su propio impulso están –vivos- , mientras que los que tienen que ser movidos por otros en general no lo son; que entre los objetos vivos, algunos sienten y, una proporción más pequeña, pueden pensar, leer, o contar una mentira. El hecho de establecer tales distinciones no es sorprendente, más bien es inherente al establecimiento de distinciones con mayor sutilidad, el establecimiento de las determinaciones que están permitidas en, dentro y fuera de las fronteras categóricas.

La educación como valor e incrustada irremisiblemente al entorno y a la critica tradicional simplemente cuestiona ¿Qué se ha de enseñar?, ¿Cómo se ha de enseñar?, ¿Quién deberá enseñar?,¿Dónde deberá de enseñar?, por lo que en primer lugar es menester revisar los ámbitos de la sociedad que parece ser el más esencial a preservar, luego decidir el cumplimiento de determinados papeles, la transmisión de valores culturales, la comunicación de diferentes variedades o formas de conocimiento que se han alcanzado y que prevalecen durante muchos años.

La escuela, agencia de educación sistemática, como escenario del trabajo intelectual donde confluyen las tareas de transmitir y renovar la cultura, alternativamente suplementaria de la educación familiar, constituye la institución entre la familia y la comunidad en donde tiene como destino la preparación e integración del sujeto a la vida social, simboliza sin lugar a dudas, conceptos tradicionales de la institución como tal, paradigmas y dicotomías se convierten en retos, conceptos y valores nuevos que se anteponen y que rompen con las dificultades planteadas por las entidades educativas, ideas erróneas en las ciencias del aprendizaje, se justifican ante los resultados, la eficiencia y la eficacia, la búsqueda permanente de factores de calidad, en las que prevalece un hecho: de cualquier manera influye sobre los principios del aprendizaje, de sus actores y del desarrollo humano al entrar en profundos conflictos con las prácticas habituales de los centros de aprendizaje, sin embargo, pareciera que las escuelas han permanecido relativamente inmutables, y las realizaciones que se consideraban pruebas de éxito han gozado de un limitado alcance, y tal vez se avizora el principio del fin, el espacio físico e institucional por lo virtual, flexible y a distancia.

¿Los estereotipos reflejan claras dificultades o funcionalidad?
Emitir juicios en torno a la práctica educativa, probablemente sea algo temerario y sin duda requiere conocer ampliamente el entorno social, pero ante todo una mente abierta, -a decir de los expertos- de una gran cantidad de factores que influyen directamente sobre los productos educativos, relacionar entonces a la entidad pública denominada escuela, representa un paso importante en este análisis, como de las relaciones que se transportan a los espacios áulicos, en la relación histórica educador-educando, y por supuesto las limitaciones escolares y las cargas institucionales a las que debe responder la institución. Una visión diferente de hacer las cosas, mediar entre los asuntos de libertad de pensamiento y exposición contra la obligatoriedad de cumplir con programas de aprendizaje, la flexibilidad presencial o no presencial de estudiantes y maestros en el mismo espacio, los contenidos que frecuentemente representan la carencia asociada a la práctica, la fragmentación de conocimiento y la ahistoricidad de los mismos podrían verse claramente opuestos a las bondades que ofrece la pertinencia de lo aprendido en diferentes esquemas de lo cognitivo, bajo mi particular punto de vista, cada día se encuentra mas devaluada la locución magíster dixit, cuando menos su aceptación ciega o sin ninguna cortapisa, particularmente al encontrarnos en sociedades con un sentido muy crítico sobre la función educativa, especialmente si esta no cubre las expectativas para la cual esta intencionada. Observar las prácticas educativas propias y extrañas obligadamente debe llevarnos a reflexiones importantes en torno al tipo de trabajo que estamos realizando ¿Le servirá de algo, lo que recibe o lo que trasmito al alumno? ¿Esa será la mejor manera? ¿Es tan importante aplicar las reglas y convenciones institucionalizadas para garantizar el éxito en el aprendizaje? en resumen la respuesta puede que cabalmente no satisfaga propuestas de educación tradicionalista, didáctica critica, tecnología educativa, modelos institucionales, o cualquier propuesta educativa, el reto actual es instantáneo y tal vez seremos testigos de cambios muy grandes en un futuro casi inmediato de la forma de educar, esto atribuible al desarrollo vertiginoso de medios de comunicación e información, tal vez como referencia inmediata aparecen dentro de sectores productivos y empresariales lo que se reconoce como el hoteling o trabajo a distancia, una manera impersonalizada o carente de presencia para efectuar el trabajo, otras como el outsoursing que claramente pretenden ofrecer un servicio a un tercero con ventajas desvinculadas a contratos y prerrogativas sindicales, ¿entonces si esto trasciende al sector educativo, cómo será el futuro?, ¿Cómo se realizan las tareas e investigaciones de los estudiantes de hoy?. Como profesionales de la enseñanza, resulta que también somos enseñados con cada acción frente a grupo, es decir también aprendemos. Dentro del marco de estas reflexiones encontraremos –quizás- productos de mayor calidad, pero de manera muy cuestionable con bajos perfiles de aprovechamiento en el aprendizaje individual, el copy-paste, es decir encontrar el tema sugerido o de interés en la Web, copiar y pegar, sin mayor análisis, solo con el objeto de cumplir por cumplir, creando con ello mentes perezosas, carentes de capacidad de reflexión, análisis y síntesis, es en ese entonces que para muchos puede tener valor educativo aquello de que “la letra con sangre entra” o bien por otro lado aceptar que “el rincón del vago” y “monografías” serán las principales fuentes que dictarán la forma de educar en términos de consulta, aprendizaje, apoyo e información.

Es difícil predecir el futuro, pero existen los principios con características de valores inamovibles o inalterables, aun con el paso del tiempo. En la película “El señor de la guerra” que protagoniza Nicolás Cage, refiere de manera muy interesante y aplicable en muchos sentidos en cuanto al análisis que hoy nos ocupa, a esa esencia, mística del ser humano y de su forma de aprender y responder a su entorno: “A los cuatro meses y medio el feto humano tiene cola de reptil, un elemento de nuestra evolución, tal vez sea por eso que no podía escapar, uno puede luchar contra muchos enemigos y sobrevivir pero sí uno lucha contra su propia biología, siempre perderá”.


BIBLIOGRAFIA

Howard Gardner. 1993, “La mente no escolarizada”, Editorial Paidós
Moncayo González 1984 “No sólo con gis y buenos deseos” Tercera Edición, Editorial Hexágono
Revista Mensual Expansión. Ejemplar diciembre 2005
Consulta Enciclopedia Encarta, Biblioteca Microsoft Corporation 2006.
Internet:
José Mantingane, presentación en Power Point. 2005 “Computadora”